Entre escritos y ediciones
Resumen
La inteligencia artificial no reemplazará a escritores, sino que los complementará. A pesar de las críticas, es una herramienta valiosa para mejorar y editar textos, manteniendo la esencia del autor.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por Edgar J. Muñoz González
Si Orwell viviera hoy, quizás hubiera usado la IA. Igual lo hubieran censurado por lo que decía, no por cómo lo escribió. Hay mucha gente que le teme a la IA, como si fuera a reemplazar a los humanos y fuera a esclavizarnos. Vale, esas conclusiones son aceptables cuando uno se deja llevar por el miedo a lo desconocido.
Los que somos fanáticos de la ciencia ficción lo vemos diferente, creo. Es imposible temerle a algo que ya hemos visto con Asimov, Bradbury, Kubrick, Lucas y otros, por citar a los más conocidos. Pero bueno, sin ir muy lejos, como todo lo que genera beneficios para alguien, siempre aparecen los que están en contra: los activistas de lo opuesto.
Creemos en el yin y el yang y aceptamos como parte de la democracia la existencia de la oposición, por más ridícula que nos parezca en ciertos contextos. La tierra es redonda, pero hay quien dice que es plana. Decimos amar la naturaleza, pero nos escandalizamos cuando vemos una cucaracha. Festejamos la vida, pero nos castramos para evitar que nazcan más niños y aceptamos el aborto. Son tantas las contradicciones evidentes, que estoicos como yo ya encontramos es humor en todo lo que se dice.
Y ahí están los que refutan de la IA, que ven como algo malo el apoyo que esta puede brindar a cualquier actividad humana para hacerla más eficiente. Entonces critican que muchas personas que no han sido favorecidas con el don de la escritura la usen para sus textos. Pero la IA no llegó para acabar con los escritores de oficio, sino para ponerles competencia. Y aquellos que critican que se use para escribir olvidan que la herramienta no tiene alma. Todo lo que se haga con ella carecerá del verdadero espíritu que le imprime el artista a su obra.
Eso no significa que quienes mecanografiamos debamos prescindir de ella. El verdadero aliento de un manuscrito está en la idea que el escritor impregna y justifica con sus sentimientos, no con sus dedos sobre el teclado.
Winston Churchill poco escribía a mano. Dictaba gran parte de sus textos, especialmente en su etapa adulta como primer ministro, cuando el tiempo era escaso y la producción de discursos, memorias, libros y correspondencia era abrumadora. Tenía un equipo de secretarias como Elizabeth Layton, a quien dictaba todo tipo de documentos. ¿Cuál es la diferencia?
Ok, la IA nunca se calla, pero eso no quiere decir que tengamos que aceptar cualquier sugerencia que ella haga cuando escribimos. Además, hasta donde sé, solo Mark Twain odiaba que le editaran sus textos. Los demás, García Márquez, Hemingway, Faulkner, Steinbeck, Fitzgerald, Wolf, todos tenían editores y trabajaban estrechamente con ellos. Y el trabajo del editor es el mismo que hace la IA cuando se ponen los textos a prueba. ¿Estoy mintiendo?
Dejemos algo claro. Usar la IA para inventarse textos y dar opiniones como si fueran propias, no es ético. Usarla para ayudar a afinar una idea, corregir ortografía y estilo, es completamente válido y lógico para quien espera publicar y no tiene un editor. Porque escribir, de verdad, sigue siendo un oficio. Uno que toma años aprender. Y eso, ni la mejor máquina del mundo lo puede simular.
Y para quienes creen poder identificarlo solo con pasar por un “detector”, pues esas herramientas fallan más que un huellero digital de notarias. Yo mismo he tomado textos escritos desde hace años y muchos dicen que fueron generados por máquina. También he probado al revés para corregir o estructurar ideas y el resultado es el mismo: sospecha de trampa. Entonces, ¿Ahora todo lo que suene claro, ordenado o sin errores es sospechoso?
Word ofrece sinónimos automáticos, sugerencias de redacción y corrección gramatical desde hace años. Eso también es inteligencia artificial. Y es buena para quien no es hábil con la pluma, pero tiene algo importante para decir.