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El reto de la continuidad institucional

Resumen

Bucaramanga celebrará elecciones atípicas el 14 de diciembre para elegir nuevo alcalde tras la anulación del mandato de Jaime Andrés Beltrán por doble militancia. Javier Sarmiento Olarte asumirá temporalmente la alcaldía mientras se resuelve la crisis de liderazgo.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
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by Fundación Participar
El reto de la continuidad institucional

El 14 de diciembre próximo los ciudadanos de Bucaramanga están convocados a las elecciones atípicas para elegir alcalde, luego de que la elección original de Jaime Andrés Beltrán fue anulada por el Consejo de Estado por incurrir en doble militancia, lo que generó la vacancia del cargo y obligó, conforme al artículo 314 de la Constitución, a convocar nuevamente la votación.

Mientras eso sucede, el Gobernador de Santander eligió el pasado 23 de octubre, un alcalde provisional de la terna presentada por la coalición que avaló al saliente mandatario. El alcalde seleccionado es Javier Sarmiento Olarte: abogado, con especialización en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, y maestría en Ciencias Penales y Criminológicas. Fue viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa y ministro encargado de Justicia y del Derecho en 2020.

A pesar de que el periodo de acción del alcalde provisional designado por el Gobernador será bastante corto, los retos que enfrentará el elegido son muy exigentes. En primer lugar, está la recuperación de la confianza institucional, considerando que la nulidad de una elección democrática resquebraja la relación de la ciudadanía con la administración pública. Así mismo, la planeación del presupuesto, las problemáticas en torno a la seguridad y al caos de movilidad que se acrecienta con la crisis que atraviesa el transporte público metropolitano, entre otras, serán cuestiones que el alcalde designado deberá sortear mientras se realiza la elección y posesión del alcalde elegido popularmente en las elecciones del 14 de diciembre.

Lo que está claro, es que la administración pública y el proyecto de ciudad no puede verse interrumpida por los cambios políticos. La ciudad necesita una proyección a largo plazo que impulse el crecimiento y la competitividad, sin retrocesos generados por las fluctuaciones que puede acarrear los cambios en la dirección política.

Ahora bien, es necesario esperar que se resuelva la tutela interpuesta por Esperanza Valbuena López, veedora del partido Colombia Justa Libres, alegando una presunta vulneración de derechos, dentro del proceso de conformación de la terna de aspirantes.

De cualquier manera, Bucaramanga necesita dirección y desarrollo, no incertidumbre. El cambio de alcalde no puede significar un retroceso en la planeación de los asuntos estructurales, ni una ruptura del proyecto de ciudad que debe trascender los gobiernos. La administración pública de Bucaramanga debe ser asumida con un compromiso a largo plazo con el bienestar colectivo.

El reto, por tanto, es que quien asuma la dirección temporal de la ciudad lo haga con sentido de responsabilidad institucional, liderazgo, coherencia y continuidad en la visión que quiere proyectar la ciudad en los próximos años.

* Marcela Pabón. e-mail: fundparticipar@yahoo.es

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por Fundación Participar

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