El Día de las Brujas o Halloween
Resumen
Halloween, originalmente Samhain, es una celebración milenaria de origen celta que ha evolucionado hasta transformarse en un evento urbano, manteniendo elementos como disfraces y el 'trick or treat', y generando actividad económica en noviembre y diciembre.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
También llamado Día de los Niños, a fin de quitarle ese toque ‘embrujado’ para una fiesta especial donde su tradición ancestral ha cambiado a través de los tiempos amoldada a los intereses de cada nación, convirtiéndola en una fecha comercial donde los niños son los personajes principales acompañados de sus padres o familiares, muchos de ellos también involucrados en esta celebración, haciendo parte de los diferentes rituales en esta fiesta pagana de tradición Celta extendida a Estados Unidos y de allí difundida a diferentes países.
Esta festividad con más de 2.000 años, cuyos orígenes se remontan a los antiguos rituales celtas de Irlanda, Escocia y norte de Francia, con elementos de tradiciones paganas y cristianas, donde muchas de ellas aún se mantienen presentes. Realizaban el festival de Samhain el 1 de noviembre, fecha que cerraba el ciclo de la cosecha y marcaba el comienzo del invierno, iniciando su celebración el 31 de octubre para dar la bienvenida a la cosecha obtenida al finalizar el verano, dando comienzo a una nueva etapa del año. Su nombre “all hallows’ eve”, significa la víspera de todos los santos.
La celebración se hacía a través de disfraces para ahuyentar espíritus indeseados, queman hogueras con paja. Prevalecía el color negro, representando la muerte y oscuridad y el naranja como símbolo de la temporada de otoño. Las máscaras se utilizaban para evitar ser reconocidos por los fantasmas que se creía estaban presentes. El “trick or treat”, conocido como dulce o truco, se da con la visita de niños disfrazados a las casas reclamando golosinas. Aunque fueron nabos en un comienzo, se cambiaron por calabazas talladas con una vela en su interior iluminando el camino y ahuyentando espíritus.
Desde la década de los 80 se ha incrementado esta celebración en nuestro país, tomando también fuerzas en países como México, Argentina y Chile. La celebración ha evolucionado convirtiéndose en un fenómeno urbano generando una tendencia alcista en los meses de noviembre y diciembre. Según Fenalco, en el 2024 los colombianos gastaron entre $100.000 y $200.000 en disfraces, caramelos y decoración. Las principales ciudades de Colombia se vieron atestadas de personas de diferentes edades en busca del mejor disfraz, donde prevaleció la seguridad en general, sin mayores contratiempos.
Más de 3.500 uniformados entre policías y miembros del ejército, patrullaron las calles de Bucaramanga, con monitoreo, permitiendo la rumba hasta las 2 de la mañana, ejerciendo un control sobre el desfile programado de motos llamado “Caravana del terror”. Hubo otro gran desfile no programado de todo tipo de disfraces ‘terroríficos’ en diferentes sectores de la ciudad, tan perfectos que generaban miedo, creando la duda si en verdad eran reales, dando crédito al dicho popular que dice, “Yo no creo en las brujas, pero de que las hay, las hay".