Desfile de payasos II
Resumen
La política en México y otros países latinoamericanos está plagada de corrupción y complicidad con el narcotráfico, con líderes que han manipulado el poder en beneficio propio, dejando a sus países en situaciones precarias y manchadas por la impunidad.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El circo en México ha sido especialmente prolífico en el número y calidad de sus bufones, el pobre Cantinflas ha sido opacado.
Hace algunos meses salió de la Presidencia un personaje muy especial, marrullero y taimado, con el aspecto de párroco pueblerino, de lunes a viernes presentaba unas homilías aburridoras, sinuosas y cargadas de hipocresía, “las Mañaneras”, su aire bonachón y al mismo tiempo socarrón ocultaba un personaje siniestro cómplice de los cárteles del narcotráfico. Durante su gobierno la criminalidad alcanzó niveles increíbles.
Continuando la venerable tradición de “El Dedazo” escogió a su sucesora, una desabrida agitadora a la que se le presentó un grave problema, la captura del máximo líder del Cártel de Sinaloa, por parte de las autoridades de Estados Unidos y su confesión acerca de sobornos a funcionarios, militares y presidentes durante décadas.
Ante semejante problema, la presidenta actuó sin el pintoresco cinismo de su antecesor, pretendiendo con absoluta torpeza, desviar la atención con mentiras y evasivas. El escándalo está tomando dimensiones colosales, exponiendo a México como un verdadero narcoestado.
Sin embargo, en la historia de México se presentaron anteriormente situaciones deplorables Los sucesivos gobiernos del PRI (Partido Revolucionario Institucional), fueron regímenes donde la corrupción, los fraudes electorales, los abusos de todo género y los crímenes fueron demasiado frecuentes, esto lo describió magistralmente Enrique Krause en su libro titulado la “presidencia Imperial”. Durante décadas el País estuvo bajo el dominio de la Picaresca, con la cual el saqueo del erario y la connivencia con el narcotráfico, enriquecieron a numerosos payasos y la imagen de ese país se encuentra por el suelo.
Chile ha sido un país donde el espectáculo circense ha sido moderado, a pesar de personajes lamentables, tales como una señora de apellido Bachelet que impuso algunos dogmas de la absurda agenda 20-30 y se dicó traer gentes de Haití para prefabricar un electorado a su favor. La explicación idiota de este tráfico humano era que los caribeños venían de turistas. ¿Acaso esa población paupérrima de Haití tiene dinero para hacer turismo?
Hace unos años alcanzó la Presidencia un joven agitador, saturado de ideología, pero carente de ideas. Este fantasioso revolucionario, proyectó cambiar la Constitución Política dos veces, en lo cual fracasó. Sus pretendidas reformas pretendían dar a los indígenas Mapuches el carácter de una nacionalidad separada de Chile.
En su alocada administración, permitió que aparecieran en Chile los jinetes del apocalipsis, corrupción, violencia, narcotráfico, inseguridad y descalabro económico. Este payaso no maduró, permaneció biche.
Los vaivenes de la política en el Perú han sido muy frecuentes y la gama de bufones muy variada, el penúltimo mandatario fue un maestro de escuela semianalfabeto, refugiado bajo un gigantesco sombrero. A pesar de su notable estulticia, evidenció una notable inclinación por la corrupción; fue destituido luego de pretender cerrar el Congreso. Lo reemplazo una incolora dama quien fungía de presidenta del Congreso.
En la picaresca sucesión de payasos en ese país, figuran varios expresidentes presos, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Martín Vizcarra, Pedro Castillo un sindicado Pedro Pablo Kuczynski y un suicida Alan García, ante su inminente detención. Este último, en un primer mandato iniciado en 1985, llevó al Perú a la bancarrota.
A continuación, cabe mencionar al arquetipo del tirano latinoamericano, Fidel Castro el más sanguinario y posiblemente el más aventajado. Un taumaturgo que supo embobar y poner a su servicio a ese bufón mediocre que fue Hugo Chaves. Castro fue el primer déspota de este hemisferio en hacer tratos con el narcotráfico. Mandó mercenarios al África, creó bandas de forajidos en varios países. Tuvo bajo mando a un psicópata criminal, el Che Guevara, al cual traicionó. Al morir dejó a Cuba en la miseria más espantosa. Actualmente ese país es administrado por un absoluto inepto.