Suscribirse

Suscríbete a nuestro boletín

¡Éxito! Revisa tu correo

Para completar la suscripción, haz clic en el enlace de confirmación en tu bandeja de entrada. Si no lo recibes en 3 minutos, revisa tu carpeta de correo no deseado.

Vale, gracias

Del Liderazgo, el poder y la traición

Edgar Muñoz profile image
by Edgar Muñoz

En política, como en la vida, muchos quieren ser líderes, pero pocos comprenden lo que eso significa. Podría pensarse que quien ocupa un cargo de elección popular lo es por definición. Al fin y al cabo, fue elegido. Pero la democracia no certifica el liderazgo. El verdadero líder se prueba en la coherencia entre el discurso, la acción y el carácter.

A veces, los votantes no siguen a un caudillo por convicción, sino por carencias. Como planteó Maslow en su conocida pirámide, las personas necesitan pertenecer, sentirse reconocidas, encontrar un sentido. Muchas veces ese sentido lo otorga el prestigio de alinearse con una figura cualquiera, aunque su liderazgo sea superficial, vacío o incluso tóxico. Esa búsqueda de estatus, estar del lado correcto, del lado ganador, ha sido combustible de muchas campañas políticas y tragedias históricas. Vean a los que antes rendían culto a Uribe, luego se arrimaron al poder de Santos, y hoy le hacen fila a Petro como si nunca hubieran cambiado de camiseta.

Y es que el poder tiene una naturaleza adictiva. No solo para quien lo detenta, sino también para quien lo codicia. En un escenario así, donde todos creen tener derecho a mandar y nadie quiere ser segundón, traicionar es más común de lo que se admite y menos dramático de lo que debería. Quien hoy vitorea, mañana apuñala. Basta con que aparezca una promesa seductora o un beneficio inmediato.

El Conde de Montecristo de Alexandre Dumas lo retrata magistralmente. Edmond Dantés no cae por ser ingenuo, sino por confiar en la lealtad de quienes veían en él una amenaza a sus propias ambiciones. La traición en la novela es una estrategia berraquísima y en la política real ocurre exactamente lo mismo: quien se cree adorado por su pueblo, debería recordar que la idolatría muchas veces encubre la envidia o el cálculo. En política, los amigos son adversarios con mejores modales, ¿Verdad?

Ahora, preguntémosle a Uribe o a Petro a ver si no le estoy atinando a lo que digo. El traidor más común es aquel que delata, da falso testimonio y se justifica en nombre del bien común.  Es una de las razones por las que es difícil tolerar a Santos o a Duque. Porque, al nunca haber sido elegidos democráticamente para un cargo público antes de ser presidentes, les fue más fácil conspirar que cumplir. No llegaron a la presidencia por mérito ni visión, sino por cálculo y conveniencia. Traicionaron como estrategia, creyéndose dueños del progreso, sin entender que este no es propiedad de nadie, y mucho menos de quienes usan el poder para ajustar cuentas o imponer agendas personales.

Por eso el liderazgo genuino exige más que carisma y votos. Requiere una conciencia clara de los límites del poder y una disposición constante a servir, no a servirse. La política necesita líderes que entiendan que su papel no es dominar, sino guiar. Que comprendan que el respeto no se impone ni se compra; se gana, se cultiva y se prueba en las crisis.

Liderar es, sobre todo, saber cuándo ceder, cuándo callar y cuándo actuar, aunque eso implique perder seguidores. Porque más digna es la soledad del íntegro que la ovación del oportunista y más vale mirar a los ojos con dignidad que vivir del aplauso de los que hoy te alaban y mañana te venden. Y yo, consciente de lo complejo que es transitar el camino correcto, solo puedo opinar procurando no juzgar. Quizá me equivoque, quizá no. Es solo una opinión, claro. Pero con estos cuatro personajes tan polarizantes, la sostengo con los ojos abiertos y el corazón incómodo.

Edgar Muñoz profile image
por Edgar Muñoz

Subscribe to New Posts

Lorem ultrices malesuada sapien amet pulvinar quis. Feugiat etiam ullamcorper pharetra vitae nibh enim vel.

¡Éxito! Revisa tu correo

To complete Subscribe, click the confirmation link in your inbox. If it doesn’t arrive within 3 minutes, check your spam folder.

Vale, gracias

Leer más