Del cactus al plato de los animales: innovación estudiantil en la UIS Málaga
Resumen
Jóvenes zootecnistas de la UIS Málaga han creado Rumicactus y Piocactus, alimentos para animales basados en el cactus. Esta planta, abundante y nutritiva, se convierte en una solución accesible y sostenible, mejorando la economía rural y promoviendo la sostenibilidad.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En el corazón de la provincia García Rovira, un grupo de jóvenes zootecnistas de la Sede UIS Málaga está demostrando que la innovación puede nacer de la observación cotidiana. Lo que para muchos es solo una planta espinosa, para Andrés Arias y Hesley Torres, estudiantes de sexto semestre del programa de Zootecnia, se ha convertido en la materia prima de un proyecto que promete transformar la alimentación animal en la región.
Su iniciativa ha sido bautizada con dos nombres: “Rumicactus”, un concentrado para rumiantes, y “Piocactus”, una versión adaptada para pollos. Ambos productos tienen como base el cactus, una planta abundante en Santander, especialmente en zonas cercanas al municipio de Capitanejo, y que ahora cobra un nuevo valor como insumo de bajo costo y gran potencial nutricional.
Un hallazgo en el aula
El proyecto nació en el marco de la asignatura “Tecnología de Concentrados”, orientada por el profesor Julián Botero. Desde allí, los estudiantes fueron motivados a buscar materias primas alternativas en la región para formular suplementos balanceados que pudieran competir con los tradicionales.
Guiados por su curiosidad, Arias y Torres observaron la disponibilidad de cactus en áreas áridas de Santander. La pregunta fue inmediata: ¿podría esta planta, resistente a la sequía y poco valorada, convertirse en alimento para animales de producción?
La respuesta comenzó a esclarecerse tras realizar estudios bromatológicos en el laboratorio de reconversión ganadera de la sede UIS Málaga. Los análisis confirmaron que el cactus no solo es viable, sino que ofrece una composición nutritiva muy interesante: 10,04 % de proteína y 1.920 kcal/kg de energía metabolizable, además de fibra y humedad, elementos esenciales en las dietas de rumiantes y aves.
El proceso de transformación

El procedimiento para convertir el cactus en concentrado fue tan ingenioso como práctico. Según explicó Andrés Arias, el material vegetal se colocó en un improvisado invernadero hecho con latas, donde fue deshidratado durante una semana. Luego se trituró hasta obtener una harina fina que sirvió de base para el concentrado.
A esta harina se le incorporaron torta de palmiste, maíz y semillas de soja, ingredientes que equilibran el perfil proteico y energético del suplemento. El resultado fue un alimento atractivo y de fácil consumo para rumiantes y pollos, quienes lo aceptaron sin dificultades durante las primeras pruebas.
“Queremos que este concentrado no solo mejore la dieta de los animales, sino que también brinde una alternativa real a los productores que, en muchas zonas rurales, enfrentan altos costos y dificultades de acceso a los alimentos balanceados convencionales”, añadió Arias.
Impacto en la sostenibilidad y la economía rural
La motivación detrás de este proyecto va más allá de la simple curiosidad académica. Para Hesley Torres, lo esencial es que el cactus se convierta en una solución adaptada a las condiciones de las familias campesinas.
“En áreas donde los alimentos balanceados son costosos o difíciles de conseguir, el cactus es una opción accesible y abundante. Nuestra meta es que los productores no solo lo utilicen como suplemento, sino que también puedan obtener ingresos cultivándolo y comercializándolo”, explicó Torres.
El valor agregado está en que el cactus, al ser una planta que prospera en suelos áridos y requiere poca agua, es un forraje alternativo de bajo impacto ambiental. Con su aprovechamiento, se reducen los costos de producción ganadera y se promueve un modelo de sostenibilidad que se ajusta a las necesidades del territorio.

Resultados alentadores
Los primeros ensayos de alimentación con Rumicactus y Piocactus muestran resultados prometedores. Tanto los rumiantes como los pollos han consumido el concentrado sin presentar reacciones adversas, manteniendo un estado nutricional adecuado. Esto refuerza la hipótesis de que el cactus puede convertirse en un recurso clave dentro de las dietas animales.
El profesor Julián Botero resalta que la experiencia refleja el espíritu de la asignatura que orienta: “Buscamos que los estudiantes aprendan a mirar su entorno y a identificar posibilidades en recursos que muchas veces son subestimados. En Colombia hay pocos estudios sobre el uso del cactus en la alimentación animal, por lo que este proyecto abre una puerta interesante para la investigación y la práctica productiva”.
Innovar desde lo local
Más allá de los resultados técnicos, la experiencia de Arias y Torres refleja el papel fundamental que tiene la academia en la transformación de las realidades rurales. Innovar desde lo local implica reconocer el valor de los recursos propios del territorio y aprovecharlos en beneficio de la comunidad.
En este caso, un cactus que crece de manera silvestre en zonas áridas puede convertirse en una herramienta de progreso económico y social para los pequeños productores. Además, al tratarse de un insumo accesible y sostenible, se proyecta como un aliado para enfrentar los retos del cambio climático y la seguridad alimentaria en la ganadería.
De la UIS al campo colombiano

El reto ahora es escalar el proyecto. Los estudiantes esperan continuar con fases de validación y ajustar la formulación del concentrado para mejorar su balance nutricional. Asimismo, buscan alianzas con entidades locales y productores para llevar Rumicactus y Piocactus del aula universitaria al campo santandereano.
Si los resultados se mantienen positivos, este podría ser un modelo replicable en otras regiones del país donde el cactus es abundante. De este modo, la UIS Málaga no solo formaría profesionales en Zootecnia, sino también emprendedores capaces de generar soluciones reales y sostenibles para el sector pecuario.
El cactus, visto por muchos como una planta de poco valor, empieza a perfilarse como un recurso estratégico para la producción animal. Gracias a la visión y creatividad de dos estudiantes, sumada al respaldo de la universidad, se abre un horizonte donde la innovación se combina con la tradición campesina para impulsar el desarrollo regional.