Crimen organizado insiste en permear la paz de Santander
Resumen
En Santander, el narcotráfico impulsa el crimen y la corrupción. Más de tres toneladas de drogas fueron incautadas recientemente, pero el crecimiento delictivo requiere enfoque integral que combine fuerza pública y políticas sociales para fomentar la paz.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El departamento de Santander se ha convertido en territorio estratégico para las bandas criminales en Colombia, pues lo establecieron como centro de acopio de drogas y corredor hacia Venezuela y la Costa Caribe.
Este martes se informó que, en seis meses, las autoridades incautaron más de tres toneladas de drogas ilícitas, capturaron a alias “El Veneco”, responsable de atracos y requerido por homicidio agravado, hurto y porte ilegal de armas, y neutralizaron a la banda “Los del Sur” con la incautación de más de una tonelada de estupefacientes, elementos para su dosificación y armas de fuego.
Además, en Girón el Gaula Santander detuvo a un hombre que extorsionaba a un funcionario de Tránsito, y se golpeó al multicrimen en Barbosa, Güepsa, Suaita y el Magdalena Medio, donde se capturaron treinta y tres integrantes de bandas como la “Dispenser”.
Estos operativos muestran el esfuerzo constante de las autoridades, pero reflejan la magnitud del desafío que enfrenta la región. En el Área Metropolitana de Bucaramanga y Barrancabermeja, la criminalidad se ha disparado, secuestros, extorsiones, robos, sicariatos y venta de estupefacientes al narcomenudeo aumentaron drásticamente.
Estas cifras corresponden a los golpes asestados en la última semana por instituciones nacionales, departamentales y municipales, junto con la Policía Nacional, el Ejército, la Fiscalía y Migración Colombia; sin embargo, la ofensiva estatal genera incertidumbre sobre su eficacia presente y su capacidad de control futuro, pues el crimen se fortalece con extremada y asombrosa rapidez.
En este contexto, la ciudadanía vive con el temor de ser la próxima víctima y la sensación de impunidad se intensifica, pues muchos casos no se denuncian por desconfianza en las instituciones.
La economía criminal produce utilidades extraordinarias controladas por grupos internos y redes de consumo, transporte, macrotráfico, microtráfico y lavado de dinero, con lo cual se fortalece la oferta de estupefacientes en Santander y el oriente del país.
El narcotráfico alimenta todas las modalidades delictivas al contar con operadores, laboratorios clandestinos, vehículos de carga, armas letales y jíbaros que han permeado familias, instrumentalizado a madres de familia y menores de edad para el menudeo.
Además, el lavado de activos y alianzas con sectores gubernamentales corruptos, alimentan la ilusión del dinero fácil y rápido, profundizan la violencia en la resolución de disputas por negocios ilícitos.
Frente a este panorama, las acciones punitivas resultan insuficientes. Es necesario un enfoque integral que combine la Fuerza Pública con políticas de prevención social y fortalecimiento comunitario.
Se deben diseñar políticas eficaces en educación y empleo para jóvenes en riesgo, generar alternativas que disuadan su vinculación al crimen y rehabilitar y mantener espacios públicos, fomentar actividades culturales y deportivas que restablezcan el tejido social.
Se debe robustecer la transparencia y el control institucional para combatir la corrupción que facilita el financiamiento ilícito y estrechar la colaboración entre sociedad civil, sector privado y entidades gubernamentales, con estrategias a largo plazo para desarticular estructuras criminales y proteger las comunidades, para que Santander muestre con certeza que es un territorio pacífico y seguro.