Consulta interna puede significar el derrumbe del Pacto Histórico
Resumen
La consulta interna del Pacto Histórico podría acelerar su caída como fuerza política. Acusaciones de parcialidad, traslado irregular de mesas y riesgos legales comprometen su futuro, erosionando la confianza en instituciones y despilfarrando recursos públicos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La consulta interna del Pacto Histórico, que se realizará este domingo 26 de octubre no es un ejercicio democrático cualquiera, porque puede significar una erosión enorme en sus filas y su futuro político en el país, con lo cual se generara que queden reducidos a la nada.
Este evento, llevado a sólo una contienda entre Iván Cepeda y Carolina Corcho, tras las renuncias de la Unión Patriótica y el Partido Comunista, los expone a una inestabilidad jurídica, con lo cual se afianzaría su derrumbe, no sólo como fuerza política, sino como ente deliberativo.
El Consejo Nacional Electoral, CNE, acusado de parcialidad opositora, recalificó la consulta como partidista, excluyó logos y anuló tutelas, mientras que denuncias de irregularidades, como el traslado de mesas de votación de zonas rurales a urbanas, sugieren un sabotaje deliberado.
Aun así, el Pacto Histórico insistió en realizar su consulta.Pero el daño ya está hecho, porque un fallo de última hora podría invalidar los resultados, inhabilitar al ganador para la consulta del Frente Amplio en marzo de 2026 y precipitar sanciones que cuesten la personería jurídica a partidos del bloque del actual Gobierno.
En una Colombia, donde la judicialización electoral es endémica, esto no sólo debilita al progresismo, sino que erosiona la confianza en instituciones como la Registraduría, fomenta un ciclo vicioso de litigios que paraliza el avance democrático.
Además, hay un riesgo enorme de despilfarro de recursos públicos, estimado en hasta doscientos mil millones de pesos, financiados por el Estado sin posibilidad de reembolso, en 13.405 puestos de votación, 152.000 jurados y tres tarjetones confusos para 538 precandidatos.
En este país con déficits fiscales crónicos y una deuda externa asfixiante, priorizar esta "maquinaria electoral" sobre necesidades urgentes como el apoyo a víctimas del conflicto o la infraestructura rural, resquebraja la equidad social, beneficia sólo a un puñado de políticos.
La fragmentación de la izquierda y la escalada de polarización amenazan la cohesión política nacional y la consulta interna de este domingo puede significar el derrumbe definitivo del Pacto Histórico, porque sin Colombia Humana y con divisiones internas por la inclusión de "políticos tradicionales", el Pacto Histórico se desangra.
Además, dentro del clima polarizado, el cual se atiza desde todos los frentes, la oposición llama al boicot para que haya una abstención récord que deslegitime el proceso y revele un apoyo insuficiente para las elecciones corporativas y Presidenciales del 2026.
Este panorama no sólo pone en riesgo curules en el Congreso y umbrales electorales, sino que se presta para intensificar la brecha ideológica en una sociedad ya fracturada por décadas de violencia, donde la apatía electoral -ya en 55%- podría convertirse en animadversión permanente
Colombia, con su historia de corrupción y conflicto, no resiste más experimentos fallidos. Este domingo, el Pacto Histórico no elige líderes, pero podría cavar su tumba y la de la izquierda, con lo cual se alinearían los astros y Colombia respiraría con júbilo porque estaríamos cerca de cercenar para siempre esos extremismos peligrosos.