Col…retroceso Shu Shu Shu

Conocí COLFUTURO por un profesor de francés que me dictó clase. Él nos contó que, cuando era más joven, la fundación le había dado la oportunidad de estudiar su maestría en Francia y que regresó para dedicarse a ser profesor . Yo no soy beneficiaria de COLFUTURO. Nunca lo he solicitado. Pero llevo años preparándome para un doctorado, trabajando, ahorrando, estudiando inglés, y aun así no me alcanza. Y no me alcanza no porque yo sea irresponsable, sino porque estudiar en una universidad de élite, como Harvard o Oxford, cuesta entre USD 80.000 y USD 105.000 por año. Solo la matrícula puede superar los USD 60.000, y el alojamiento, comida y seguro se llevan el resto. En pesos colombianos, eso puede ser más de 400 millones al año. Es decir, más de lo que un profesional promedio en Colombia gana en dos o tres años de trabajo. ¿De verdad alguien cree que una persona de clase media, incluso con un buen sueldo, puede pagar eso de contado?

¿Quiénes pueden pagar esto? Pensemos en un magistrado que gana 40 millones de pesos al mes. Quitemos la retención de 10 millones. Si Harvard cuesta 400 millones al año, el salario anual del magistrado, aun siendo uno de los cargos mejor pagados del país, apenas cubre ese valor. Ni siquiera hablamos de manutención o viajes. Es decir, ni los más altos salarios del Estado pueden costear estas universidades sin endeudarse.

Y aquí está el corazón del problema. Cuando el gobierno acusa a COLFUTURO de ser un programa “para ricos” porque sus beneficiarios no son estrato 1 o 2, está cometiendo una injusticia conceptual, confundir la pobreza con la merecida oportunidad. Un profesional que nació en estrato 1, estudió en la UIS, trabajó para pagar sus fotocopias, aprendió inglés como pudo y terminó con un promedio de 4.4, ya no es estrato 1. Y eso no es una traición de clase, es la educación cumpliendo su función. Es absurdo esperar que para merecer apoyo los profesionales sigan siendo pobres, ¿le van a exigir entonces a los profesionales que no trabajen?

De acuerdo con el informe de 2024 el 53% de los beneficiados son estratos 3 y 4, lo que tienen sentido para un profesional que está aplicando a un postgrado. La mayoría tiene entre 26 y 29 años, son personas que trabajan, que madrugan, que pagan impuestos. Además, el 67% de quienes se van regresan a Colombia, porque la condonación depende precisamente de volver, trabajar aquí y aportar al país.

Hoy me pregunto ¿qué reforma es esta que promete igualdad cancelando oportunidades? ¿Cuál es la propuesta alternativa? ¿Dónde está el programa equivalente si se elimina COLFUTURO? Porque aquí no hay relevo institucional, ni política pública clara, ni transición ordenada. Lo que hay es un portazo, como todo en este gobierno. Si el gobierno quiere revisar COLFUTURO, perfecto. Pero desmontarlo bajo la narrativa de que ayudar a profesionales es “fortalecer élites”, cuando el costo real de esas universidades está por fuera del alcance de cualquier profesional promedio colombiano.

¿En serio le vamos a entregar a MinCiencias un programa inventado, si ni siquiera ha podido ejecutar las becas de doctorado que prometieron? ¿De verdad creemos que centralizarlo todo va a mejorar el acceso? Los profesionales no perderán un privilegio, perderán la posibilidad real de competir en igualdad de condiciones por una educación que jamás podremos costear de contado. No estamos hablando de becas para ricos, estamos hablando de cerrar la única puerta que permitía a un colombiano aspirar a Harvard, Cambridge o MIT. Si eliminamos esa puerta sin construir otra, este país no estará luchando contra la desigualdad, estará garantizando que nada cambie.