Carlos Ramón González se refugia en Nicaragua en medio de escándalo por desfalco a la Ungrd

Carlos Ramón González, exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) y figura cercana al presidente Gustavo Petro, se encuentra refugiado en Nicaragua, según confirmó la Fiscalía General de la Nación. González salió de Colombia mientras avanzaba el proceso judicial en su contra por el millonario desfalco a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), una de las mayores controversias de corrupción que ha sacudido al actual gobierno.

Un informe de Migración Colombia, revelado por la revista Semana, indica que González abandonó el país el 2 de noviembre de 2024 con destino a San José, Costa Rica, a bordo de un vuelo de Avianca. Desde entonces, no había rastro oficial de su paradero, hasta que el ente acusador confirmó que se encuentra en Managua, bajo la protección del régimen de Daniel Ortega.

La Fiscalía había solicitado prisión preventiva para González tras evidenciar su posible implicación en el entramado de corrupción que afectó a la Ungrd, una entidad clave en la atención de emergencias y desastres en el país. Sin embargo, su salida del país se dio antes de que se materializara alguna medida judicial efectiva en su contra.

González, quien militó en el pasado en el grupo insurgente M-19 y luego se convirtió en un influyente dirigente político dentro del círculo cercano de Petro, registra 23 movimientos migratorios entre enero de 2023 y noviembre de 2024. La rapidez con la que abandonó Colombia, justo cuando se intensificaban las investigaciones por el desfalco, ha generado críticas desde sectores de la oposición, que lo acusan de huir para evadir la justicia.

Este nuevo giro en el caso alimenta la tensión política en el país, ya que González no solo ocupó un cargo de alto nivel dentro del Ejecutivo, sino que también era considerado uno de los alfiles ideológicos del petrismo. Su presencia en Nicaragua plantea ahora interrogantes sobre posibles acuerdos entre los gobiernos de Petro y Ortega, especialmente en el contexto de un escándalo que ha salpicado a varios funcionarios y contratistas públicos.

Mientras tanto, las autoridades colombianas insisten en avanzar con los procesos judiciales y no descartan solicitar su extradición, aunque las relaciones diplomáticas con Nicaragua y la protección que ofrece ese gobierno podrían entorpecer cualquier intento de repatriarlo. Por ahora, González permanece fuera del alcance de la justicia colombiana, mientras crecen las voces que piden explicaciones desde la Casa de Nariño.