Asamblea Constituyente para distraer a la opinión pública
Resumen
El presidente de Colombia propone una Asamblea Constituyente para desviar la atención de los escándalos de corrupción y enfrentar la oposición del Congreso a su agenda legislativa.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El campeón mundial de la anarquía, – que está ocupando la silla presidencial de Colombia --, ha lanzado una nueva bola de nieve para entretener a la opinión pública, mientras se dilucidan y apagan los numerosos escándalos de corrupción que se han presentado en ministerios e institutos descentralizados, totalmente saqueados por la contratación oficial, que está arruinado las finanzas nacionales, convertido durante este gobierno en uno de los países más corruptos del mundo. De nada valió al presidente Petro el agua bendita para la reconciliación nacional que repartiera en el palacio cardenalicio de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio y por otros miembros de la Conferencia Episcopal, durante la convocatoria a los líderes políticos de la nación, que están enfrentados con el pequeño Napoleón, que quiere perpetuarse en el poder.
La convocatoria de una ‘ASAMBLEA CONSTITUYENTE’ para cambiar la suprema carta de derechos y obligaciones que rige para toda la nación desde mil novecientos noventa y uno (1991) y que remplazó a la constitución de mil ochocientos ochenta y seis (1886), promulgada por el expresidente Rafael Núñez, busca borrar los nombres históricos de los personajes que promovieron la séptima papeleta, de la que fue autor el jurista Fernando Carrillo Flórez, ‘sin miedo a la democracia’, porque así quedó escrito en piedra de mármol, para buscar SIEMPRE la solución política a los graves problemas nacionales.
La valerosa actitud del Senado de la República, para oponerse a una ‘Consulta Popular’, derrotada en la Comisión Séptima por el senador santandereano Miguel Ángel Pinto Hernández, ha representado una talanquera jurídica contra las locuras de los exguerrilleros del Movimiento Diecinueve de Abril y de su máximo jefe, que ahora están en el poder y que se han vuelto multimillonarios con los negocios de la contratación oficial. La campaña presidencial de hace tres años convirtió en negocios la propuesta de ‘La Paz Total’ con los grupos de narcoguerrilleros, que buscaban la amnistía y el indulto por los horrendos crímenes cometidos desde las montañas de Colombia. Muchos de esos bandidos, -- ¿quién lo creyera? --, salieron de las cárceles como ‘Gestores de Paz’.
Ahora el presidente de Colombia, derrotado por el Congreso de la República en el trámite de varios proyectos de ley, que conformaban su plataforma legislativa, como la reforma de la salud, la reforma de la educación, la reforma pensional y la reforma laboral, sale a tapar los errores de su administración con el cuento de una ‘Asamblea Constituyente’, que le permita ponerse a salvo de las investigaciones que cursan en el Consejo Nacional Electoral, por el derroche de recursos económicos de dudosa procedencia, que tienen en aprietos al actual presidente de Ecopetrol.