29 niños podrían ser condenados a muerte por protestar
Resumen
En Nigeria, un país en crisis económica, 29 menores podrían ser condenados a muerte por protestar contra el costo de vida. Detenidos por 90 días sin alimentos regulares, su situación ha desatado una fuerte indignación a nivel nacional e internacional.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Nigeria, el país más poblado de África, enfrenta una fuerte oleada de indignación nacional e internacional luego de que se conociera que 29 menores, de entre 14 y 17 años, podrían ser condenados a muerte por participar en una protesta contra el creciente costo de vida. La audiencia judicial, celebrada este viernes, se tornó dramática cuando cuatro de los adolescentes colapsaron en pleno tribunal por el agotamiento, tras pasar 90 días detenidos sin acceso regular a alimentos.
En total, 76 personas fueron acusadas de delitos como traición, destrucción de propiedad, disturbios públicos y motín, de acuerdo con documentos judiciales obtenidos por The Associated Press. Los cargos, considerados de máxima gravedad, abren la puerta a penas extremas, incluida la ejecución, a pesar de que Nigeria no ha llevado a cabo ejecuciones desde 2016.
El caso ha encendido las alarmas de defensores de derechos humanos, juristas y organizaciones sociales. Akintayo Balogun, abogado en Abuja, advirtió que la Ley de Derechos del Niño, vigente en Nigeria, prohíbe expresamente que los menores sean condenados a muerte. “Es ilegal llevarlos a un tribunal federal. Solo podrían hacerlo si demuestran que tienen más de 19 años”, afirmó.
El tribunal concedió fianza de 10 millones de nairas (cerca de 5.900 dólares) a cada acusado, pero impuso condiciones severas que dificultan su liberación. Para el abogado defensor Marshal Abubakar, el proceso es un reflejo de la descomposición institucional: “Un país que debe educar a sus niños decide castigarlos. Estuvieron detenidos 90 días sin comida”, denunció.
Yemi Adamolekun, directora de la ONG Enough is Enough, fue más directa: “La presidenta del Tribunal Supremo debería sentir vergüenza. Es mujer, es madre, y está permitiendo esto”.
Esta ola de represión se da en un contexto de profunda crisis económica. Aunque Nigeria es uno de los mayores exportadores de petróleo del continente, el país sufre una inflación galopante —la más alta en 28 años—, escasez de alimentos y una moneda nacional en mínimos históricos. La ONU, en su más reciente informe, clasificó a Nigeria como “punto crítico de muy alta preocupación” por la inseguridad alimentaria.
Mientras los legisladores nigerianos son de los mejor pagados en África y viven rodeados de lujos, la mayoría de la población sobrevive en condiciones precarias. Las protestas, como la que llevó a la detención de estos 76 jóvenes, se han multiplicado en los últimos meses. En agosto, al menos 20 personas fueron asesinadas por fuerzas de seguridad durante una manifestación por empleo y dignidad para la juventud.
La comunidad internacional exige respuestas y acciones concretas para garantizar el respeto por los derechos humanos y evitar que el castigo ejemplarizante de estos adolescentes se convierta en una tragedia irreparable.